Biomedicina Siglo XXI
Enemas Intestinales
Recomendaciones generales:
1. El
intestino grueso es el órgano encargado de eliminar, la mayor cantidad de
sustancias de desecho que ingresan a nuestro cuerpo, principalmente por la
alimentación.
2. Aún
con una evacuación intestinal regular, la limpieza de los intestinos puede
seguir siendo imperfecta e incompleta.
3. En
la actualidad, es realmente alarmante el maltrato en este sentido, por los
pésimos hábitos de alimentación en que venimos incurriendo día a día, llegando
a situaciones de altísima toxicidad intestinal, lo que se conoce en medicinas biológicas como un "colon tóxico"
4. Esta
simple causa, puede ser motivo de una gran cantidad de dolencias, desde el
orden digestivo en sí, hasta dolores de cabeza, pasando por todo tipo de
malestares a los que difícilmente le atribuiríamos un origen intestinal.
5. Según
conceptos de la medicina tradicional china y su teoría de los cinco elementos, los órganos suelen trabajar en
pares siendo el intestino (órgano yang) pareja del pulmón (órgano yin); de allí
que problemas respiratorios, se pueden descargar o descongestionar por el
intestino y viceversa, los problemas intestinales se descongestionan por vías
respiratorias, funcionando estos en "llave" por decirlo de alguna manera.
6. Este
concepto se corrobora, al ver la mejoría que se presenta luego de lavativas, los enfermos con procesos respiratorios de cualquier tipo.
7. La
superficie intestinal en el ser humano es muy extensa y está recubierta por
millones de vellosidades intestinales en donde se acumulan con el tiempo, gran
cantidad de estas toxinas, pudiendo llegar a formar verdaderas “placas”, que
dificultan a este nivel los normales procesos de absorción de nutrientes y eliminación de desechos.
8. Esos
productos residuales son la causa de las fermentaciones pútridas, que entre
otras cosas, también son origen de hinchazones abdominales, malas digestiones, flatulencia y un sinnúmero de incomodidades digestivas.
9. Gran
parte de nuestras dolencias, se originan en la acumulación de esta cantidad de
“homotoxinas”, que están buscando en una primera etapa, ser excretadas por el
organismo, en forma de reacciones como diarreas, flujos, flemas, erupciones en
piel, etc. etc.
10. Cuando
las homotoxinas que siguen ingresando por diferentes vías al organismo, no consiguen ser excretadas por los diferentes mecanismos de detoxicación y entre ellos desde luego por el sistema intestinal, empiezan a
depositarse en los diferentes tejidos, favoreciendo de esta forma la aparición
de enfermedades crónicas de diversa índole.
11. Por
toda esta serie de antecedentes, resulta de enorme utilidad la realización de
lavados o enemas intestinales de limpieza, en forma periódica, con lo que
facilitamos la expulsión de estas materias de desecho acumuladas, muchas veces
durante años, en nuestro intestino, produciendo una importante inflamación
crónica.
12. Los
enemas facilitan el "ablandar" estas sustancias residuales intestinales y además
se pueden emplear una variedad de plantas medicinales, cuyos principios activos
contribuyen a mejorar la situación de
salud, de acuerdo al caso de cada enfermo.
13. Nada
mejor que un lavado intestinal, cuando el paciente tiene fiebre alta, esto es durante el
inicio y desarrollo de enfermedades infecciosas, un arma de primera clase,
pudiendo hacerlo con agua a una temperatura más fría (unos 36 grados).
14. La
mejor hora para realizarse el lavado, es bien temprano por la mañana (entre 5:00h y 7:00h), que
según el reloj biológico de acuerdo a la medicina tradicional china es la hora de funcionamiento energético óptimo del
intestino, pero de no ser posible, se lo puede realizar a cualquier otra hora.
15. El enema intestinal se debe realizar aproximadamente con 1 litro de agua, preferiblemente tibia y puede ser con alguna variedad de plantas medicinales, según el caso que presente el enfermo.
16. Muchos pacientes tienen el prejuicio de no poder aplicarse el lavado solos, pero en realidad es muy fácil; el mejor lugar es el cuarto de baño y en posición agachado.
17. Preferentemente el paciente se debe ubicar en la llamada posición “genupectoral”, esto es, debe estar arrodillado, con el pecho contra el suelo y las caderas elevadas.
18. Otra
posición adecuada, es con el paciente en “decúbito lateral”, es decir acostado
sobre un costado, con la una pierna estirada y la otra recogida.
19. El
equipo de lavado debe colocarse por encima, debidamente sujetado y máximo a 1 metro de distancia sobre
el paciente, para evitar presiones demasiado fuertes con la entrada del líquido.
20. Luego
se procede a introducir con el debido
cuidado, la cánula o manguera del equipo, bien lubricada con vaselina u otro
preparado, por aproximadamente unos 10cm
en el recto.
21. A
continuación se abre la llave de paso, permitiendo la introducción del líquido
en forma lenta, para evitar una distensión brusca del intestino, que podría
ocasionar molestias.
22. Una
vez que entró todo el contenido del enema, se retira la cánula y se retiene el
líquido preferiblemente por unos 10 minutos, pero puede ser el tiempo que el
paciente lo pueda hacer (en ocasiones es inmediato), para luego proceder a la evacuación en el inodoro.
23. La
frecuencia necesaria es muy variable, en algunos caso se puede iniciar, con 3
enemas similares en una misma sesión, para luego continuar con ésta terapia 1 o
2 veces por semana y luego realizarlos en forma periódica.
24. El
contenido líquido puede ser de muchos tipos, como por ejemplo con agua de
manzanilla, que es muy digestiva y tiene excelentes propiedades antiinflamatorias para las
25. En
agua de manzanilla, se puede colocar el zumo de ½ limón y 1 cucharadita de sal marina,
con lo que se consigue una solución hipertónica, óptima para conseguir una
adecuada limpieza intestinal.
26. Un
preparado de agua a la que se añade 2 cucharadas de esencia de café, produce un
efectivo estímulo en las vías biliares y secreciones digestivas en general.
27. La
linaza o la sábila por ejemplo, tienen un magnífico efecto lubricante y laxante para su intestino, entre otras virtudes.
29. En niños se puede recurrir a los enemas, con las debidas precauciones,
disminuyendo proporcionalmente a su edad la cantidad de líquido, en el que se puede añadir 1 cucharada de
aceite de oliva, por cada vaso de agua.
30. En niños muy pequeños o lactantes la realización de un enema, dependerá de la real necesidad y beneficio de este procedimiento y siempre bajo vigilancia médica.
31. La cantidad de líquido a emplearse, puede variar entre 125ml, 250ml, 500ml, 750ml o hasta 1 litro según
el caso.
32. No hay que desilusionarse si las sustancias
eliminadas no son voluminosas, ya que muchas veces lo que interesa son aquellas
toxinas microscópicas que se ubican entre las vellosidades intestinales y que
no se observarán a simple vista. La repetición del procedimiento favorecerá en algún momento la eliminación de placas adheridas a la mucosa, si es que
las hubiere.
las hubiere.
33. Prueba
de ello es la irritación que puede presentarse en el ano, no tanto por el
traumatismo de la lavativa, sino por la irritación que pueden ocasionar estos
elementos tóxicos.
34. Esta
leve irritación es pasajera y bastará con aplicar localmente compresas de
manzanilla o un cristal de sábila.
35. Resulta
de gran utilidad acompañar los enemas, con breves periodos de ayuno o dietas de
frutas, para optimizar los tratamientos de desintoxicación que se está
buscando.
36. Procure recurrir a tratamientos biológicos de su organismo, ellos buscan la desintoxicación y armonía de su ser.
Dr. Jaime Cevallos Gómez
Médico Bioenergético
*La información contenida en esta publicación, es proporcionada únicamente con fines informativos y de orientación al público y no pueden constituirse como recomendaciones médicas personalizadas. No deberán seguirse bajo ningún concepto, como tratamientos médicos únicos y se recomienda en todo caso, consultar con profesionales médicos debidamente acreditados ante las autoridades sanitarias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario